Iniciamos la clase con un repaso de los grupos formados y se nos recordó que el lunes a las 5 Josetxu ya estará en clase y que el martes estará media hora más después de la clase, es decir, hasta las 5:30 para poder ir a verle y hablar de cómo enfocaremos nuestro trabajo grupal.
Posteriormente se hizo un repaso de la clase anterior.
A raíz del “juego del 5” que hicimos en la clase anterior, repasamos los pasos que habíamos llevado a cabo para deducir quién sería el ganador y vimos un vídeo de unos niños jugando a este juego 5 veces y coloreando sus jugadas.
Éste nos demostró que las primeras veces, al igual que nosotros, elegían al azar y que posteriormente se iban dando cuenta de que jugar al dos al inicio era la forma de ganar. Además, durante el vídeo, se hizo un inciso en el que se nos explica que es importante compaginar lo académico y lo social, así como la importancia de utilizar fichas para que razonen y comprendan. Después, son los niños los que tienen que argumentar y demostrar esta teoría, en las llamadas situaciones de validación, en las cuales el profesor no interviene.
Los niños utilizan tres tipos de argumentos para ello: la explicación pragmática, “gana el que empieza”; la semántica, “si pone uno pongo dos, si pone dos pongo uno”; y la intelectual.
Después, se nos repartió unas fichas con geoplanos y se nos explicó que, por parejas, teníamos que ir uniendo dos puntos, de forma que las rectas tengan distintos largos entre sí.
Posteriormente, me tocó salir a explicar por qué había sólo cinco posibilidades. Esto se explicó mediante el ejemplo de que si se colocaba una goma en una esquina, todas las líneas distintas que se podían hacer eran las cinco de la respuesta.
Más tarde, hicimos tres cuadrados con partes de las rectas que habíamos obtenido anteriormente y discutimos cuál era el valor de los cuadrados siendo 1 el valor del más pequeño, llegando a la conclusión de que éstos eran 1, 2 y 4.
A raíz de esto, se hizo un inciso en el que aprendimos que el aprendizaje significativo se basa en esto, en la discusión.
Después, inventamos triángulos con las rectas que habíamos obtenido al principio tratando de encontrar todos los posibles, de la misma forma que hicimos con las rectas, llegando a la conclusión de que el máximo eran ocho triángulos.
Posteriormente, buscamos el área de los triángulos partiendo de que el valor del triángulo AAB es uno.
Al no ser capaces de descubrir todos los valores, se nos dio la pista de que el valor del triángulo ABD también era uno y de que lo que había que hacer era reducir todos los triángulos a esos dos para poder calcular sus valores. Al no ser capaces de lograrlo en la clase se nos pidió que lo pensáramos para la siguiente clase.
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